
Durante un volátil y frugal instante ...
Reconozco que vivo
para vivir una vida
que no he vivido.
Y aun así, huyo de mi destino
-como si se pudiera, pobre de mí-
al contemplar la descripción gráfica
del Amor: que es nada.
Reconozco que ya no puedo
olvidarme de mí mismo;
simplemente quiero olvidar
lo que han visto los muertos.
Texto de Jordi Rodríguez Serras.
Publicado en La piedra que horada la lluvia el 24-11-2012.
Ilustración: Busto de Antinous Mondragone, 130 d.C (Museo del Louvre, París).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por expresar tu opinión! Recuerda dar consejos constructivos
a todo herman@ poeta.